sábado, 19 de noviembre de 2011

"Noviembre se marcha".-

Noviembre se marcha y nos dejas hojas secas, como dice la canción. Marah sigue creciendo. Este otoño para ella está siendo muy especial; está ayundando a los tíos con los preparativos del regreso, por fin definitivo. En la casa que han alquilado, y que ella misma fue a visitar con ellos, estamos ella y yo, haciendo la cama y revisando algunas cosas antes de que lleguen los ansiados inquilinos. Ella me ayuda, habla conmigo. Me cuenta sus impresiones sobre la casa, le gusta. Revisa los cajones, comprueba que todo esté listo. Ha llevado celo y un dibujo para dejarlo pegado en la puerta y que lo vean nada más lleguen. También les ha dejado una nota donde les dice que valora mucho su honor y les agradece que siempre la ayuden. No puedo evitar sentirme eternamente orgullosa de ella.

Mañana iremos a votar. Muchos ciudadanos se sienten felices de poder participar en la "Fiesta de la Democracia" muchos otros se quedarán en casa y no acudirán a las urnas; yo me siento, sobre todas las cosas, con la responsabilidad de votar. No me gusta votar. Ni me gustará el resultado...

Noviembre siempre es triste por dos de sus días: 1 y 5. El 1 recuerdo a mi madre, como cada día, especialmente. Enciendo la vela, con un santo, como sé que a ella le gustaría, cerca de su foto y con flores. Improviso un altar en su recuerdo. Marah me ayuda a prepararlo, la tiene presente, jamás se olvida de ella.

El día 5 era su cumpleños. Hubiera cumplido 63 años. El día cinco en concreto, es el que más me pesa. Me desespero, me siento abandonada, hundida... Pero puedo, soy capaz de mirar a mi alrededor, veo a Marah, a Abel, a mi hermana, padre, amigos... Ellos no son conscientes de cuánto los necesito, y cuánto bien me hacen.

Y noviembre sigue su curso. Veo que Marah está creciendo, tranquila, feliz. La veo rodeada de gente que la quiere, de sus amigos, de su familia. La veo que valora lo que tiene, que es sencilla, generosa, y sobre todo, humilde. Esa cualidad tan importante en el ser humano. Y me viene a la cabeza la película de "Fray Escoba", un de los santos al que mi madre tenía más devoción. No sé cuántas veces, de pequeña, la habré visto. Pero gracias a mi madre, y a la película, valoro tanto la humildad. Esas cosas que te marcan y que en definitiva, definen tu carácter.

Noviembre me trae de regreso a mi hermana, y nos deja hojas secas. Noviembre se lleva un surco más del rostro de mi madre, que se va borrando de mi memoria con el paso del tiempo. Se lleva un poco de dolor, o lo matiza. Se lleva un poco de inocencia de Marah. Se lleva ilusiones, risas, sueños, alegrías, llantos. Se lleva un poco de vida. Nos deja recuerdos, o ausencia de ellos, y un rastro infinito de hojas secas.-