jueves, 15 de marzo de 2012

Porque soy madre.-

Porque soy madre, me acostumbré a ver mi cuerpo lleno de estrías después del parto. Reduje mis horas de sueño en un 30% y con interrupciones. Conducía un carrito, considerándolo una extensión de mis brazos. Disimulo ojeras con un maquillaje asequible. Me acostumbré a llevar en mi bolso agua, tiritas, pañuelos toallitas, caramelos, y algún juguete. El dinero de la depilación láser se convierte en actividades extraescolares. El tiempo que invertía en la piscina es ahora su tiempo nadando. Mis tardes de playa tumbada tomando el Sol son ahora tardes en busca de petxines y haciendo castillos. Mis noches ya no son locas, ahora preparo bocadillos para el almuerzo del día siguiente mientras pienso en lo que le haré de cenar mañana. Pongo tres lavadoras más a la semana que antes. Leo mis libros después de leer sus cuentos. La ropa que compro de temporada es la de sección de niños de Zara. Lleno mi nevera de zumos y petit-suisses y mi despensa de galletas y chocolate. Por supuesto siempre tengo Cola-cao y Nocilla. En la tele los dibujos han sustituido a las noticias. Los estrenos de cine a los que voy son pelis aptas para todos los públicos. Paso horas en el parque aunque haga frío.


Pero, porque soy madre, soy capaz de saber si está enferma sólo con mirarla, sin haberla tocado. Puedo inventarme cuentos, canciones y adivinanzas sólo para ella. Puedo adivinar lo que está pensando. Puedo jugar con ella, pasar una tarde viendo pelis y comiendo palomitas, saltar charcos de agua, columpiarme en el parque y hacer tortitas. Puedo compartir un helado con ella, ver vídeos graciosos en Youtube y pasear en bici.Puedo contarle la historia de los Reyes Magos y el Ratoncito Pérez. He aprendido a curar golpes con besos. He vuelto a jugar al Parchís y a la Oca. Puedo contarle un chiste cuando está triste y hacerla reír.  Puedo abrazarla y sentirla, besarla, verla crecer. 

"Vamos caminando por la calle, Marah va de mi mano. Es un día de mucho viento, el aire levanta del suelo polvo, Marah llora. Le molestan los ojos. Entonces yo le digo: -Cierra los ojos, yo te guiaré". Ella aprieta mi mano y los cierra, camina según mis indicaciones. En ningún momento abre los ojos. Noto que se siente segura. Cuando para el viento, le digo que abra los ojos.Me sonríe. No ha dudado de mí ni un sólo momento. Se ha dejado guiar por mi voz. Me impresiona su confianza en mí."




De leche.-

Blanco, como tu piel,
como la inocencia que transpiras,
como tu luz,
se te ha caído un diente,
tan blanco como tú.

De ratones y almohadas,
hablamos esta noche,
hay que buscarlo, ha salido volando,
y si no aparece el ratón pasará de largo.

Papá convertido en Cenicienta
barre sin parar el salón
al fin consigue el tesoro
¡menos mal que apareció!

Sonríes, con un diente menos,
te quieres ir ya a dormir
quieres que pronto llegue el sr Pérez
se lleve el diente y te deje el botín.

Sonríes, me dices, ya soy mayor.
Sonrío, asiento, te miro...
Sí, mi niña se hace mayor.