lunes, 3 de septiembre de 2012

Se me va.-





El verano se acaba, llega a su fin. La vida me "roba" una estación más a tu lado, y me obliga a mirar hacia delante. Este verano que termina, este verano de calor, sin lluvia, me deja un sabor agradable en la boca. Me deja la carne de gallina, el corazón contento y una sonrisa en la cara. 

Verano de luz. Verano alegre. Muchas horas libres para ir contigo a la playa, a la piscina, al río, al fin del mundo. Nuestro verano de cenas en la playa o en el parque con tus amigos, y por extensión los míos. Nuestro verano caluroso de tardes con duchas con la manguera de la terraza y aire acondicionado a tope, tumbadas en el sofá viendo nuestros "clásicos" y alguna novedad más. Nuestro verano con más deberes que nunca, deberes superados porque eres la mejor.

Este ha sido un verano tuyo, mío, de las dos. Has crecido mucho. Sigues confesándome tus cosas. Te haces mayor. Me doy cuenta de que es inevitable; no puedo evitar sentirme triste. 

Con la vista puesta ya en el viernes, en la vuelta al cole y en tus libros, me sonríes. Te gusta lo que ves. Me gusta lo que veo en ti. Ganas de empezar, de hablar con los amigos que no has visto, de conocer a tu profesora, de ver tu clase. Ganas de aprender. Estás contenta porque vuelves a clase. Yo lo estoy por ti.

Nunca se me hizo eterno el verano contigo. Al contrario, se me ha pasado tan deprisa... A pesar de tener que organizar mucho para que siempre haya alguien cuidándote, merece la pena que tengas tiempo libre. Te aprovecho más, te disfruto más.

Llegará el otoño, tus clases, deberes a diario, tu rutina con el inglés, la natación, este año karate... Tendrás tiempo para mí?? Podrás besarme sin que venga a cuento porque te has dado cuenta de que estoy ahí, mirándote, mientras estás a mi lado en el sofá?? Tendremos tiempo para jugar al parchís, a las cartas, para cocinar unas tortitas o simplemente tiempo para perderlo?? Por qué creces tan rápido??

Te me vas, pequeña. Y no puedo luchar contra eso. Puedo luchar contra los monstruos de tu armario, contra los pequeños diablillos que intentan hacerte daño en el patio, contra los mosquitos que te molestan cuando duermes. Puedo ayudarte a derrotarlos. Puedo ayudarte a ser fuerte, valiente, generosa, a tener fe. Pero no puedo evitar que crezcas, que sigas avanzando para ser tú.

Este verano has sido mucho tú, y yo he sido mucho yo, contigo. El sabor de estos días nos acompañará el resto del año, mientras sigue tu carrera por la vida para crecer, y seguir siendo más tú. Mientras yo te seguiré para que nada ni nadie te impida ser tú.

Un verano más, un verano que acaba. Estación alegre, que me trae siempre los mejores recuerdos de mi vida.-



domingo, 3 de junio de 2012

Y fuimos cuatro.-

Lo fuimos. Cuatro, como los puntos cardinales. Como los cuatro elementos. Como las extremidades del cuerpo humano. Cuatro almas unidas, complementándose, un tándem perfecto, sarcástico, irremediable, incomprensible para muchos, (sí, y ¿qué?), porque sí, sin más, pero  ¿acaso alguien necesitaba razones?

Cuatro personas, aparentemente sin nexo común. Sin coincidencias visibles. Cada uno "de su padre y de su madre", como se suele decir. Cuatro almas sensibles. Irónicas a menudo, en exceso. Demasiado ácidas para algunos. Con valores, sin prejuicios.

Nos buscábamos para fumar en los descansos. Cada tarde, de varios años. Cada tarde, que acababa con ataques de risa incontrolados, agujetas en cara y abdomen, y qué. Pocos pueden decir que han estado tan cerca de la felicidad como nosotros.


Compañeros de fatigas, amigos. Cenas en casa de alguien, con ceniceros  llenos a rebosar de colillas, hielo, bebida, risas. Y poder hablar de todo libremente, sin miedo a ser juzgado.  Siempre con cariño, con respeto, con amor. Con una sonrisa en la cara. Con sinceridad.

Y fuimos cuatro, éramos cuatro. A veces cinco, a veces seis, a veces el mundo se unía a nosotros y se dejaba llevar. A veces, y sin que nos pesara, éramos cuatro. Sólo cuatro, o tal vez y sólo tal vez, justamente cuatro.

Nos quisimos, vimos la vida a través de los ojos de unos y de otros, entre los cuatro. Nos aconsejamos. ¿Nos peleamos? Maduramos juntos, aprendimos unos de otros. Nos protegimos. Nos unimos como sólo se unen las almas que a veces sienten que están perdidas. Creamos un vínculo tan fuerte que jamás se ha roto. Jamás.

Porque a pesar de la distancia, de la imposibilidad de verse, de no llamar en meses. A pesar de eso, siempre nos hemos acordado los unos de los otros. Siempre nos hemos echado en falta. Siempre.

Y fuimos cuatro, en un Universo que parecía paralelo, en una burbuja de vida, en un trocito de mundo, en una extensión de tierra tan pequeña, pero tan grande para nosotros.

Los cuatro, juntos. Surreal, pero juntos. Más allá de todo y de todos, fuimos cuatro.-

P.D. Creo que mis bienhallados sabrán aludirse. Son tan inteligentes....

A P. I. y B. sacado de mis adentros, de mis miserias y de mi alma.-

jueves, 15 de marzo de 2012

Porque soy madre.-

Porque soy madre, me acostumbré a ver mi cuerpo lleno de estrías después del parto. Reduje mis horas de sueño en un 30% y con interrupciones. Conducía un carrito, considerándolo una extensión de mis brazos. Disimulo ojeras con un maquillaje asequible. Me acostumbré a llevar en mi bolso agua, tiritas, pañuelos toallitas, caramelos, y algún juguete. El dinero de la depilación láser se convierte en actividades extraescolares. El tiempo que invertía en la piscina es ahora su tiempo nadando. Mis tardes de playa tumbada tomando el Sol son ahora tardes en busca de petxines y haciendo castillos. Mis noches ya no son locas, ahora preparo bocadillos para el almuerzo del día siguiente mientras pienso en lo que le haré de cenar mañana. Pongo tres lavadoras más a la semana que antes. Leo mis libros después de leer sus cuentos. La ropa que compro de temporada es la de sección de niños de Zara. Lleno mi nevera de zumos y petit-suisses y mi despensa de galletas y chocolate. Por supuesto siempre tengo Cola-cao y Nocilla. En la tele los dibujos han sustituido a las noticias. Los estrenos de cine a los que voy son pelis aptas para todos los públicos. Paso horas en el parque aunque haga frío.


Pero, porque soy madre, soy capaz de saber si está enferma sólo con mirarla, sin haberla tocado. Puedo inventarme cuentos, canciones y adivinanzas sólo para ella. Puedo adivinar lo que está pensando. Puedo jugar con ella, pasar una tarde viendo pelis y comiendo palomitas, saltar charcos de agua, columpiarme en el parque y hacer tortitas. Puedo compartir un helado con ella, ver vídeos graciosos en Youtube y pasear en bici.Puedo contarle la historia de los Reyes Magos y el Ratoncito Pérez. He aprendido a curar golpes con besos. He vuelto a jugar al Parchís y a la Oca. Puedo contarle un chiste cuando está triste y hacerla reír.  Puedo abrazarla y sentirla, besarla, verla crecer. 

"Vamos caminando por la calle, Marah va de mi mano. Es un día de mucho viento, el aire levanta del suelo polvo, Marah llora. Le molestan los ojos. Entonces yo le digo: -Cierra los ojos, yo te guiaré". Ella aprieta mi mano y los cierra, camina según mis indicaciones. En ningún momento abre los ojos. Noto que se siente segura. Cuando para el viento, le digo que abra los ojos.Me sonríe. No ha dudado de mí ni un sólo momento. Se ha dejado guiar por mi voz. Me impresiona su confianza en mí."




De leche.-

Blanco, como tu piel,
como la inocencia que transpiras,
como tu luz,
se te ha caído un diente,
tan blanco como tú.

De ratones y almohadas,
hablamos esta noche,
hay que buscarlo, ha salido volando,
y si no aparece el ratón pasará de largo.

Papá convertido en Cenicienta
barre sin parar el salón
al fin consigue el tesoro
¡menos mal que apareció!

Sonríes, con un diente menos,
te quieres ir ya a dormir
quieres que pronto llegue el sr Pérez
se lleve el diente y te deje el botín.

Sonríes, me dices, ya soy mayor.
Sonrío, asiento, te miro...
Sí, mi niña se hace mayor.

viernes, 24 de febrero de 2012

La vida trata de ser feliz.-

Cuánto razón, Marah, tienen tus palabras, pronunciadas una noche, a punto de dormir, en alto, con congoja, con sentimiento... Cuánta razón. Sí, mi amor, la vida trata de ser feliz. Y si tú estás a mi lado, soy feliz.

Necesito siempre tu sonrisa, para saber que estás bien, que tú también eres feliz. La necesito como el aire. Necesito tus palabras, saber que puedes expresarte, defenderte, luchar por lo que quieres. 

Necesito tus caricias,   tus besos, tus abrazos...

Necesito tu mirada infinita, de ojos enormes y enormes pestañas, la necesito para no perderme en este mundo.

 Necesito tu mano, que atrapa a la mía, para saber que estás a mi lado caminando por la vida.

 Necesito tus protestas, para saber que eres capaz de rebelarte si algo consideras injusto. 

Necesito que me cuentes tus problemas, para saber que confías en mí y que crees que seré capaz de ayudarte. También necesito que me cuentes tus triunfos, para poder recompensarte por ellos y disfrutarlos juntas.

Sin duda alguna, Marah, la vida trata de ser feliz. Y yo lo soy cuando estoy contigo. Cada día, cada minuto, cada segundo.-



jueves, 2 de febrero de 2012

Porque sí.-

Por sonreír, por llorar conmigo.  Por discutir, por llegar a un acuerdo. Por aguantar mis manías, por soportar mis cambios de humor. Por estar a mi lado, por estar, por hablar conmigo, por callar, por saber entender mis silencios. Por mirarme así, por escucharme, por respetarme. Por hacerme la cena, por hacerme feliz, por hacerme el amor, y a veces por hacerme  la guerra. Por dejarme ganar, por dejarme crecer, por dejarme ser. Por madurar conmigo, por luchar a mi lado. Por defenderme. Porque te gusta el fútbol. Porque no te gusta Shakira. Por decirme "sin ti no podría vivir", por no quejarte cuando busco tu calor en la cama con mis pies fríos. Por sacarme del agujero de mis miserias.  Por cuidarme. Por mimarme. Por decirme la verdad aunque duela. Porque te gusta el naranja. Por reconocer que Xabi Alonso, aunque juegue en el Madrid, tiene momentos buenos. Por hacerme creer que Marah tenía seis dedos al nacer. Por traer a Kali. Por contarme tus secretos, tus sueños. Por dejarme el último trozo de tarta. Por creer que soy la mejor madre del mundo. Por hacerme sentir la mujer más guapa del mundo. Por tus halagos aún recién levantada. Por los viajes juntos. Por acariar mi barriga cuando Marah crecía allí. Por aguantar mi mano en la peor de las contracciones, y por aguantarla siempre. Por las historias que me cuentas. Por los sustos con caretas al entrar al coche. Por tus bromas. Por ser mi cómplice. Por ser tú.

Por quererme, por amarme. Porque te quiero, porque te amo. Porque sí.-

martes, 17 de enero de 2012

De tu cielo a mi cielo.-

De tu cielo a mi cielo
pasando por tu mar
hay un puente con tus sueños
que burla la oscuridad
que construye pensamientos
para que tú, mi niña,
duermas en paz
y desafíes a la noche
con tu lindo mirar.

De tu estrella a mi estrella
pasando por tu mar
van nadando tus sonrisas
tildadas en felicidad
proponiendo alegrías
con olas de claridad
para espantar pesadillas
y soñar con cantar.

De tu sueño a mi sueño
pasando por tu mar
hay un ángel con alas
que guarda tu bienestar
hay un hada, también alada
que ilumina la oscuridad
y vela para que tus sueños
siempre puedan brillar.

De tu vida a mi vida
pasando por tu mar
está mi extensión,
cordón umbilical,
que como el ángel,
el hada,
o el mismo mar
cuidan de tu alma,
cada día, cada noche,
eternamente
y por siempre jamás.-