domingo, 3 de junio de 2012

Y fuimos cuatro.-

Lo fuimos. Cuatro, como los puntos cardinales. Como los cuatro elementos. Como las extremidades del cuerpo humano. Cuatro almas unidas, complementándose, un tándem perfecto, sarcástico, irremediable, incomprensible para muchos, (sí, y ¿qué?), porque sí, sin más, pero  ¿acaso alguien necesitaba razones?

Cuatro personas, aparentemente sin nexo común. Sin coincidencias visibles. Cada uno "de su padre y de su madre", como se suele decir. Cuatro almas sensibles. Irónicas a menudo, en exceso. Demasiado ácidas para algunos. Con valores, sin prejuicios.

Nos buscábamos para fumar en los descansos. Cada tarde, de varios años. Cada tarde, que acababa con ataques de risa incontrolados, agujetas en cara y abdomen, y qué. Pocos pueden decir que han estado tan cerca de la felicidad como nosotros.


Compañeros de fatigas, amigos. Cenas en casa de alguien, con ceniceros  llenos a rebosar de colillas, hielo, bebida, risas. Y poder hablar de todo libremente, sin miedo a ser juzgado.  Siempre con cariño, con respeto, con amor. Con una sonrisa en la cara. Con sinceridad.

Y fuimos cuatro, éramos cuatro. A veces cinco, a veces seis, a veces el mundo se unía a nosotros y se dejaba llevar. A veces, y sin que nos pesara, éramos cuatro. Sólo cuatro, o tal vez y sólo tal vez, justamente cuatro.

Nos quisimos, vimos la vida a través de los ojos de unos y de otros, entre los cuatro. Nos aconsejamos. ¿Nos peleamos? Maduramos juntos, aprendimos unos de otros. Nos protegimos. Nos unimos como sólo se unen las almas que a veces sienten que están perdidas. Creamos un vínculo tan fuerte que jamás se ha roto. Jamás.

Porque a pesar de la distancia, de la imposibilidad de verse, de no llamar en meses. A pesar de eso, siempre nos hemos acordado los unos de los otros. Siempre nos hemos echado en falta. Siempre.

Y fuimos cuatro, en un Universo que parecía paralelo, en una burbuja de vida, en un trocito de mundo, en una extensión de tierra tan pequeña, pero tan grande para nosotros.

Los cuatro, juntos. Surreal, pero juntos. Más allá de todo y de todos, fuimos cuatro.-

P.D. Creo que mis bienhallados sabrán aludirse. Son tan inteligentes....

A P. I. y B. sacado de mis adentros, de mis miserias y de mi alma.-