lunes, 11 de septiembre de 2017

El final del verano.-

Otro verano más, otra vez la sensación de que me pierdo algo más de tu vida.
Como cada primer día de curso, te acompaño al cole y te veo, te miro, te siento más mayor, más madura, tan nerviosa como cada muevo curso, tan ilusionada, feliz y sonriendo como siempre.
Te ves allí, rodeada de tus amigas, abrazos, conversaciones, miradas, de niñas que cada vez son menos niñas, más adultas.

Recuerdo el primer día de cole, de mi mano, con tu saquet a la espalda, haciéndome mil preguntas y con tu enorme sonrisa en la cara. Te dejé en la fila con un beso, me dijiste adiós con tu manita y te quedaste esperando que llegara tu profe, curiosa mirando a algunos niños que lloraban porque era la primera vez que se separaban de sus padres.

Hoy te veo en el inicio de tu último curso de cole, y veo esa niña, veo esa inocencia, ahora con un peinado de mayor, con pantalones y blusa de mayor, una mochila nueva, una nueva Marah que aún se perfuma con Nenuco.

Para mí este verano ha sido un paso, te has convertido en una niña mayor. Eres responsable y madura, pero no sé cómo haces para mantener esa inocencia, esa fe en la vida, que te hace incluso pensar que la paz en el Mundo es posible, si se plantea la solución adecuada.

Te admiro, Marah. Te quiero, Marah.

Este verano te he visto crecer, entre las tardes de playa, los días de piscina, Lisboa, nuestras series, pelis y todas esas cosas que hacemos juntos, y que nos hacen ser felices.

Este verano de nuevo he disfrutado de ti, de los libros, de nuestras recetas, de nuestros gatos, de la vida a tu lado.


Espero impaciente el siguiente verano, que siempre me aporta tanto...