martes, 6 de septiembre de 2011

Las hadas no duermen.-

Todo el mundo sabe que las hadas conceden deseos, que tienen alas y que pueden volar; también sabe todo el mundo que viven en el bosque, que son las aliadas de la Naturaleza y ayudan a los animales y a las flores a crecer. Pero lo que nadie, o casi nadie sabe, es que no duermen. 


Las hadas están muy ocupadas concediendo deseos. Ellas saben que la gente tiene muchos, muy difíciles, a menudo imposibles, pero ellas, como buenas hadas, se esfuerzan por hacerlos realidad. Tienen un ritual muy especial para intentar conceder deseos. Primero, cierran los ojos y piensan en lo que desea la persona. Por supuesto, no necesitan hablar, es más, les encanta el silencio. Las hadas, saben leer la mente. Cuando han descubierto lo que la persona desea, la miran y deciden si lo merece. Ellas saben que las personas, en ocasiones, cometemos errores, y tienen la capacidad de decidir si lo que deseamos nos conviene o por el contrario nos perjudica. 
Si finalmente deciden conceder el deseo, te tocarán la frente con su diminuto dedo corazón, dejarán un ínfimo grano de polvo de hadas sobre él y.... ya está! deseo cumplido! Tú te habrás dormido y, cuando despiertes, sin que te acuerdes de nada, ocurrirá, lo que hayas deseado se cumplirá.


Para entonces el hada habrá pasado la noche de casa en casa en busca de gente que necesite ayuda para cumplir un sueño.


Si algún día, en tu cama, por la noche ves un hada, no grites, no te muevas. Recuerda que viene a concederte un deseo. Deja que lea tu mente, y que roce con su pequeño dedo corazón tu frente, siente el polvo de hadas en tu piel,  y duérmete rápido, para que tu deseo se haga realidad y ella pueda irse a seguir con el ritual que hará felices a más niños y también, por qué no, a más adultos.-


A Marah, por todas las nochas de insomnio y pesadillas.-



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